TÍTULO ORIGINAL | The Color of Money |
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DURACIÓN | 117 minutos |
GÉNERO | Drama |
PAÍS | Estados Unidos |
DIRECTOR | Martin Scorsese |
FORMATO | MKV |
CALIDAD | BluRay |
IDIOMA | Inglés |
SUBTÍTULOS | Sí (Español) |
TAMAÑO | 870,96 MB |
Pedido por : | Rickman7307 |
REPARTO |
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Paul Newman, Tom Cruise, Mary Elizabeth Mastrantonio, John Turturro, Helen Shaver, Forest Whitaker, Bill Cobbs, Keith McCready, Iggy Pop. |
SINOPSIS |
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Eddie Felson, antiguo campeón de billar retirado, vive de su negocio de licores. Un día, en una sala de juego, conoce a Vincent, un joven jugador de billar, que aún no ha encontrado un oponente de su talla, y que siempre va acompañado de su novia, que es la que se encarga de las apuestas que se hacen a favor de Vincent. |
Sólo un director con el palmarés de Martin Scorsese podía atreverse a realizar un disfrazado remake/secuela de la estupenda (e insuperable, por mucho que sea Scorsese) The Hustler (Robert Rossen-1961), que contaba en el reparto –además de con el bello y estupendo Paul Newman con tan sólo 36 años– con el extraordinario personaje del Minnesota Fats que materialmente “encarnó” Jackie Gleason, en el que quizás fuera la mejor actuación de su carrera en tono “serio”.
Pero estamos hablando de The Color of Money, con la que Scorsese reinventó la historia. En esta algo similar trama, un joven y habilidoso jugador de pool, Cruise, es reclutado por un ex campeón de la misma disciplina, Newman con 61 espléndidos años plateados en su haber; para que haga lo que él mismo no pudo lograr en sus años de juventud, hacer dinero a raudales y convertirse en leyenda del juego.
Fast Eddie Felson (Newman) tratará de que el presuntuoso y aun inmaduro Vincent Lauria (Cruise), adquiera la disciplina que le permita ganar persistentemente, pero dejando siempre el margen necesario para que los contrincantes ansíen una y otra vez vencerlo, perdiendo su dinero en el intento. Esa lucha de egos y personalidades que se da entre el tutor y su rebelde discípulo es lo mejor de la película, pero tan sólo porque se trataba de dos grandes actores. Se extraña la mano maestra del mejor Scorsese, aquel que recordamos en otras cintas en los que los mentores orientan la indisciplina de sus protegidos con dulzura disfrazada de dureza…o viceversa.
A pesar de su casi excesiva duración (prácticamente dos horas) la cinta funciona, no cabe duda. Nos mantiene pendientes de la pantalla todo el tiempo. Pero no alcanza las alturas que una secuela del maravilloso personaje de Fast Eddie Felson merecía. Y carece del premio mayor, la apoteósica batalla final que todos los espectadores estamos esperando. Pues aunque Eddie vence a Vincent en las finales del torneo en que participa anunciando su regreso a las grandes ligas, sabemos que tan sólo se trató de un juego arreglado por la pareja Cruise-Mastrantonio para demostrarle lo bien que ha asimilado las enseñanzas de Newman. Y además la secuencia ni tan siquiera alcanza mucha tensión en la partida.
Mi parte favorita es el enfrentamiento que sostiene Eddie con Amos, el personaje que “borda” magistralmente Forest Whitaker. Para mí, aunque desconozco si haya sido la intención de Scorsese, se trata de un no tan velado homenaje al Minnesota Fats/Gleason que aparece en la cinta de 1961; Newman pregunta repetidamente a Whitaker si es un “Hustler”, que significa algo así como “estafador” en español, y que es el nombre de la película del 61. Además, la genial despedida del Amos con sobrepeso me lo confirma: Hey Eddie, I want to ask you something, an' I want you to be real honest. Do you think I need to lose some weight? Genial.
Recomendable, por supuesto. No es ni con mucho lo mejor del director ítalo/americano, pero sigue siendo una muy buena película que gracias a USC podemos disfrutar en una excelente copia sin cortes.
Como siempre un abrazo.
Obra notable del cine, película multipremiada, descollante actuación de Paul Newman y, también, significó un gran impulso a la carrera del, por entonces, joven Cruise. Un clásico de Martin Scorsese y del cine universal. Humilde recomendación, no dejen de verla. Gracias, USC!