¿Fue Florence Cassez la mente criminal de una banda de secuestradores... o una víctima de la corrupción? Este documental analiza uno de los casos más polémicos de México.
El tristemente célebre caso Florence Cassez es una de las mayores vergüenzas de la política neoliberal en México. La prensa afín al régimen, y al gobierno del entonces presidente Felipe Calderón, quien se robó las elecciones en contubernio del árbitro electoral, en ese entonces IFE, hoy INE (Instituto Nacional Electoral), montó uno de los espectáculos más nefastos y lamentables de la vergonzosa historia del periodismo mexicano, siempre apéndice del poder y refractario a la investigación seria. En contubernio con el procurador de Justicia de la nación (hoy detenido en Estados Unidos a quien se le enjuiciará por sus lazos con el narcotráfico en enero del próximo 2023 en Nueva York, y seguramente será sentenciado a cadena perpetua), Genaro García Luna, el "periodista" estrella de Televisa, Carlos Loret de Mola, hicieron un montaje que ni en Hollywood o series como La Ley y El Orden (Por cierto, ¿cuándo suben la última temporada?) habrían imaginado, en la que el "periodista" iba acompañado de un camarógrafo justo detrás del comando de los agentes de la PGR para detener en su escondrijo a la Cassez y sus cómplices, transmitido ¡en vivo! en señal abierta, ¡algo nunca antes visto! Y de repente tenían a los "secuestradores" detenidos en su guarida, y al mismo tiempo el "periodista" los entrevistaba ¡frente a los agentes de la ley! Poco después el procurador dio una "gira" por todos los noticieros del país, televisivos y de radio, que literalmente se pusieron de tapete para darle entrevistas zalameras y presentarlo casi casi como "el policía del año" que había capturado a unos peligrosísimos delincuentes. Lo cierto es que desde el día mismo de la transmisión en vivo, que yo como millones de mexicanos vimos en vivo esa oscura mañana, todo se veía prefabricado, actuado, es decir montado. Enjuiciaron a Cassez y sus "cómplices", lo que generó un serio conflicto con Francia, pues era evidentísimo que el caso era un montaje, que se habían violado no sólo las propias leyes mexicanas por parte de la propia autoridad que debía velar por su cumplimento, sino también los derechos humanos de las víctimas (Cassez y sus "cómplices"). Francia canceló una inminente exhibición en el Louvre de obras maestras de la historia del arte de México, en la que se iba a exhibir por primera vez no sólo en Francia sino en toda Europa, piezas que iban desde el arte precolombino hasta obras de arte del siglo XX, y varios convenios de colaboración artística se vieron afectados, muchos de ellos cancelados, porque el presidente de México se negó a exonerar a Cassez, y apoyó a su procurador (el equivalente a un fiscal de la nación en otros países, o al fiscal de distrito en los Yunaites). El asunto era tan monstruoso y tan cínico, que nunca, desde el siglo XIX y la famosa guerra de los pasteles, había estado México tan cerca de romper relaciones con Francia. Tras llevar el caso a la Suprema Corte de la Nación, esta resolvió que se habían no sólo violado los derechos de la Cassez, sino que era imposible hacer otro juicio puesto que se había violado el derecho al llamado "debido proceso", y debía ser liberada. Ese mismo día, Florence Cassez viajó a París para jamás regresar a México. Lo peor del caso es que aún hoy en día hay "periodistas", artífices del chayote como se les llama, que defienden a ese ex-procurador, Genaro García Luna, y a su jefecito chulo, el presidente Felipe Calderón. Jamás hubo una disculpa del gobierno mexicano al francés por semejante abuso de poder, y al día de hoy aún hay varios mexicanos presos por ese mismo caso, mientras el hombre que los llevó a prisión, Genaro García Luna, podría pasar, y seguramente pasará el resto de sus días en una prisión de alta seguridad en Estados Unidos. Así de monstruoso y vergonzoso fue y es el caso de Florence Cassez, y que García Luna, el artífice de ese caso, el hombre más poderoso del país después del presidente Felipe Calderón, esté a punto de ser un reo común, es el mejor juicio internacional al corrupto y abusivo régimen neoliberal, por no mencionar al "periodismo" mexicano, apéndice del gobierno federal. Un horror total. Una vergüenza continental.
Gracias por el aporte y a quién pidió el documental.
El tristemente célebre caso Florence Cassez es una de las mayores vergüenzas de la política neoliberal en México. La prensa afín al régimen, y al gobierno del entonces presidente Felipe Calderón, quien se robó las elecciones en contubernio del árbitro electoral, en ese entonces IFE, hoy INE (Instituto Nacional Electoral), montó uno de los espectáculos más nefastos y lamentables de la vergonzosa historia del periodismo mexicano, siempre apéndice del poder y refractario a la investigación seria. En contubernio con el procurador de Justicia de la nación (hoy detenido en Estados Unidos a quien se le enjuiciará por sus lazos con el narcotráfico en enero del próximo 2023 en Nueva York, y seguramente será sentenciado a cadena perpetua), Genaro García Luna, el "periodista" estrella de Televisa, Carlos Loret de Mola, hicieron un montaje que ni en Hollywood o series como La Ley y El Orden (Por cierto, ¿cuándo suben la última temporada?) habrían imaginado, en la que el "periodista" iba acompañado de un camarógrafo justo detrás del comando de los agentes de la PGR para detener en su escondrijo a la Cassez y sus cómplices, transmitido ¡en vivo! en señal abierta, ¡algo nunca antes visto! Y de repente tenían a los "secuestradores" detenidos en su guarida, y al mismo tiempo el "periodista" los entrevistaba ¡frente a los agentes de la ley! Poco después el procurador dio una "gira" por todos los noticieros del país, televisivos y de radio, que literalmente se pusieron de tapete para darle entrevistas zalameras y presentarlo casi casi como "el policía del año" que había capturado a unos peligrosísimos delincuentes. Lo cierto es que desde el día mismo de la transmisión en vivo, que yo como millones de mexicanos vimos en vivo esa oscura mañana, todo se veía prefabricado, actuado, es decir montado. Enjuiciaron a Cassez y sus "cómplices", lo que generó un serio conflicto con Francia, pues era evidentísimo que el caso era un montaje, que se habían violado no sólo las propias leyes mexicanas por parte de la propia autoridad que debía velar por su cumplimento, sino también los derechos humanos de las víctimas (Cassez y sus "cómplices"). Francia canceló una inminente exhibición en el Louvre de obras maestras de la historia del arte de México, en la que se iba a exhibir por primera vez no sólo en Francia sino en toda Europa, piezas que iban desde el arte precolombino hasta obras de arte del siglo XX, y varios convenios de colaboración artística se vieron afectados, muchos de ellos cancelados, porque el presidente de México se negó a exonerar a Cassez, y apoyó a su procurador (el equivalente a un fiscal de la nación en otros países, o al fiscal de distrito en los Yunaites). El asunto era tan monstruoso y tan cínico, que nunca, desde el siglo XIX y la famosa guerra de los pasteles, había estado México tan cerca de romper relaciones con Francia. Tras llevar el caso a la Suprema Corte de la Nación, esta resolvió que se habían no sólo violado los derechos de la Cassez, sino que era imposible hacer otro juicio puesto que se había violado el derecho al llamado "debido proceso", y debía ser liberada. Ese mismo día, Florence Cassez viajó a París para jamás regresar a México. Lo peor del caso es que aún hoy en día hay "periodistas", artífices del chayote como se les llama, que defienden a ese ex-procurador, Genaro García Luna, y a su jefecito chulo, el presidente Felipe Calderón. Jamás hubo una disculpa del gobierno mexicano al francés por semejante abuso de poder, y al día de hoy aún hay varios mexicanos presos por ese mismo caso, mientras el hombre que los llevó a prisión, Genaro García Luna, podría pasar, y seguramente pasará el resto de sus días en una prisión de alta seguridad en Estados Unidos. Así de monstruoso y vergonzoso fue y es el caso de Florence Cassez, y que García Luna, el artífice de ese caso, el hombre más poderoso del país después del presidente Felipe Calderón, esté a punto de ser un reo común, es el mejor juicio internacional al corrupto y abusivo régimen neoliberal, por no mencionar al "periodismo" mexicano, apéndice del gobierno federal. Un horror total. Una vergüenza continental.
Tal cual todo lo que decis
No solo Calderon fue de terror tambien Enrique Peña Nieto puesto por Televisa y hoy en Spain
Gracias por traerla
Ya la miro