REPARTO |
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Albert Dieudonné, Vladimir Roudenko, Edmond Van Daële, Alexandre Koubitzky, Antonin Artaud, Abel Gance, Gina Manès, Suzanne Bianchetti, Marguerite Gance, Yvette Dieudonné, Philippe Hériat, Pierre Batcheff, Eugénie Buffet, Acho Chakatouny, Nicolas Koline, Max Maxudian, Annabella, Henri Baudin. |
SINOPSIS |
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El golpe de estado del 18 Brumario de 1799, que significó el fin de la Revolución Francesa, puso el poder en manos de Bonaparte, el más prestigioso de los generales franceses, sobre todo después de sus brillantes campañas en Italia y en Egipto. Desde 1799, Napoleón no sólo fomentó la difusión de las ideas revolucionarias, sino que, además, se lanzó a la conquista de Europa. En 1804 se autoproclamó emperador de Francia con el nombre de Napoleón I. |
Gracias por la recomendación "jmrecillas". me la voy a aventar el fin de semana (haber si se me pega un poco de cultura).
Saludos cordiales.
Un saludo cordial. Te recomiendo dos cosas. Recuerda que es una cinta silente (la mayoría habla de cine mudo, el cual en realidad lo sería si los actores fuesen mudos, pero no lo son, es silente porque no tenían forma de grabar el sonido al mismo tiempo que la imagen, por eso es silente) de los años veinte, y que la actuación no es como la de ahora, aunque es notoriamente superior en algunos aspectos. Por ejemplo, en cómo la cámara y los enfoques te dicen cosas de los personajes, en lugar que sean ellos, como hacen los malvados en las películas de Marvel y muchas otras, los que verbalicen o expresen lo que piensan o sienten. Por eso hay que prestar atención a las imágenes y reflexionar qué significan ciertas cosas que se ven en ellas, el ángulo o enfoque de la cámara. Es esa clase de películas que ofrecen mucho al espectador si este se esfuerza en entenderla. Es una experiencia asombrosa ir detectando cosas y entenderlas, y eso hace que uno crezca como espectador, o como lector. El esfuerzo puede parecer mucho, pero la recompensa vale la pena. Saludos desde México.
Me imagino que ante el petardo de película sobre Napoleón hecha por Ridley Scott, sólo hay una manera de responder desde el mundo de la cinematografía, y es con la obra maestra, insuperable desde cualquier punto de vista, de Abel Gance. Recuerdo haber visto la versión de cuatro horas restaurada por Francis Ford Coppola a fines de los ochenta en la Ciudad de México en una memorable función especial hecha en uno de los cines de la UNAM, en donde llegué desde la mañana para hacer fila. Casi una década o más después, hubo otra función en el Auditorio Nacional, con orquesta en vivo tocando la partitura de Sofia Coppola. Y hace unos años se hallaron más rollos del film que dan las cinco horas y media de la ahora conocida como restauración de Kevin Bronlow, que es lo más cerca que estamos de las supuestas ocho horas que había filmado Gance. Si tienen pantalla grande, o una smart TV, súper recomendable que la vean de esa manera, especialmente las partes de tres pantallas se ven impresionantes. La célebre escena de Napoleón después de la batalla de Waterloo inspiraría a la también célebre escena de los soldados en espera de ser atendidos en Lo que el viento se llevó. Pero la escena de Gance es más impactante porque en esa, el único sobreviviente es el propio Napoleón, rodeado de sus soldados y caballería muertos todos mientras cae un aguacero de órdago en torno suyo. Una de las escenas más impresionantes de la historia del cine.
Mil aplausos al equipo de USC por subir esta absoluta obra maestra visionaria del cine silente. De obligada vista para cualquiera que quiera ver realmente cine, y no sólo peliculitas sin sustancia.