Jorge Michel Grau, Moisés Ortiz Urquidi y Fernando Urdapilleta
FORMATO
MKV
CALIDAD
WEBRip
IDIOMA
Español Latino
SUBTÍTULOS
Sí (Español hipoacúsicos)
IMDB
Puntaje: 7,4 / 10 basado en 279 usuarios
REPARTO
Osvaldo Benavides, Maya Zapata, Antonio de la Vega, Damayanti Quintanar, Daniel Martínez, Oswaldo Rada, Miriam Balderas, Jesús Zavala, Enrique Arreola, Azalia Ortiz, Luis Fernando Peña, Zamia Fandiño, Pamela Vargas, Gerardo Saldaña, Alexander Colmenares, Gabriela Cartol, Mónica Del Carmen, Melanie Rius.
SINOPSIS
Narra como, a raíz del terrible terremoto de 1985 en la Ciudad de México, un doctor atado a su pasado, una periodista en busca de fama, y una familia en crisis, se verán obligados a jugarse la vida en situaciones extremas para salvar a los suyos y a las de miles de personas más que quedaron enterradas. En sus labores titánicas de rescate, cada minuto se convierte en una oportunidad por reescribir su propio destino.
Como escribí en mi reseña para IMDB de esta serie, el resultado final es decepcionante. Sí, sé que algunos dirán, "Ya se había tardado el Recillas en despotricar por una producción mexicana" o "A este cabrón nada le gusta" o cosas similares, pero en este caso, mi objeción no es por la producción, que es de primer nivel, sino, como suele ser siempre, por la escritura del guion de la serie, y la manera en que son presentados los personajes.
Me parece un insulto para quienes vivimos esos días en carne propia lo que aquí se presenta, y cómo se lo presenta. ¿Una periodista en busca de fama, con un oscuro pasado y que encuentra la redención? ¿Cuándo pasó eso? Para empezar, es una alteración insultante de lo sucedido aquellos días, pues primero, no había ni nunca hubo periodistas mujeres con ese perfil. Una falsedad que, por otro lado, lleva el claro signo de la inclusión a huevo, o sea forzada, de una mujer en una historia donde tal inclusión no sólo no es necesaria, sino que resulta ridícula. Y por otro lado, si el personaje es alguien con tan malas mañas, ¿por qué no pusieron a un hombre? ¿Por qué no protestan las mujeres wokes por presentar a esa mujer bajo tan mala luz?
Yo viví esos días en primera persona, fui voluntario para la UNAM en labores de rescate, preparación de alimentos, envío de víveres en zonas de desastre como el Eje Central durante al menos tres semanas en las madrugadas en lo que parecía una zona de guerra, en pleno centro de la ciudad de México. Son del todo innecesarias todas esas tramas idiotas de la periodista oportunista, de la familia en crisis, del doctor y tanta pendejada. Todo eso demuestra varias cosas: quien escribió el guion no vivió esos días, porque si lo hubiera vivido sabría que ninguna de esas pendejadas son necesarias para armar una buena historia. Por lo tanto, es un millenial, que cree que puede agregar lo que se le venga a la mente, aunque sea una pendejada, como quien le echa aderezo de marca a una ensalada para mejorar su sabor, sin darse cuenta que al hacerlo, echa a perder el platillo. Eso es exactamente lo que hace la mala escritura del guion de esta serie.
Frente a la dimensión de la tragedia, todas esas subtramas pendejas son innecesarias. Recuerdo el silencio espantoso en las zonas afectadas, cuando mi padre y yo llegábamos al Centro histórico a repartir víveres para los damnificados en calles que parecían zona de guerra, como si estuviésemos en Bosnia durante los bombardeos. El polvo gris sobre el asfalto, el olor a muerte, pero sobre todo, el silencio, el terrorífico silencio de una ciudad que parecía haber muerto con sus habitantes.
Las calles absoluta y desoladoramente vacías, la espera en plena madrugada en una esquina, a donde debíamos llegar, y la repentina aparición, como de pesadilla, de gente llena de polvo, con la piel enjuta, que se abalanzaban sobre la camioneta de mi padre para pedir desesperadamente comida, ropa, toallas, zapatos, vituallas, medicamentos, lo que fuera, como si se tratara de una invasión de zombies o de seres del inframundo. Así diariamente, cada madrugada sin descanso, durante semanas. ¿En serio alguien piensa que tales historias y dramas de telenovela son necesarias?
Ver a esos personajes con sus miserias y sus mezquindades en medio de un evento de esa magnitud es un insulto a quienes sí vivimos esos terribles días. Se han escrito poemas de gran impacto y se hicieron varias antologías sobre el tema hace tiempo. Están, además, las tomas de los noticieros de la época que relatan los hechos.
Y sí, hubo gente hija de puta que buscó aprovecharse del momento, como un judío (perdón pero fue real, y está documentado), que pidió que rescatistas interrumpieran sus labores para supuestamente "rescatar" a un grupo de trabajadoras en su fábrica de telas en una de las zonas más afectadas por el sismo, la Colonia Obrera, donde había centenares de talleres de ese tipo, y donde la mayoría de las víctimas fueron mujeres humildes que recibían salarios de miseria; y aquel tipo lo que quería era rescatar no a sus trabajadoras, sino sacar la caja fuerte con el dinero que tenía amasado allí. Eso no lo retrata la serie, o lo hace de manera bastante ridícula con la historia de la periodista. Otras histortias de miseria humana se repitieron, pero la verdadera historia no fue esa, sino la solidaridad generalizada, como nunca se había visto en la ciudad de México.
Para quien no haya vivido esos eventos en México, o se enteró tardíamente, o es extranjero, pues puede resultar atractiva la serie. Pero si quieren hacerse un favor, primero vean los innumerables metrajes televisivos que hay en YouTube, busquen las fotos de aquellos días, hablen con quienes vivieron/vivimos de verdad aquellos días, y después vean esto, y si siguen pensando que es una gran serie, pues allá ustedes.
Para mí, es un insulto a la memoria de quienes fallecieron y de quienes lo vivimos en carne propia, y nos integramos a las labores de rescate y auxilio. No le pongo una calificación sino de cuatro, de diez puntos, cuando mucho.
Como escribí en mi reseña para IMDB de esta serie, el resultado final es decepcionante. Sí, sé que algunos dirán, "Ya se había tardado el Recillas en despotricar por una producción mexicana" o "A este cabrón nada le gusta" o cosas similares, pero en este caso, mi objeción no es por la producción, que es de primer nivel, sino, como suele ser siempre, por la escritura del guion de la serie, y la manera en que son presentados los personajes.
Me parece un insulto para quienes vivimos esos días en carne propia lo que aquí se presenta, y cómo se lo presenta. ¿Una periodista en busca de fama, con un oscuro pasado y que encuentra la redención? ¿Cuándo pasó eso? Para empezar, es una alteración insultante de lo sucedido aquellos días, pues primero, no había ni nunca hubo periodistas mujeres con ese perfil. Una falsedad que, por otro lado, lleva el claro signo de la inclusión a huevo, o sea forzada, de una mujer en una historia donde tal inclusión no sólo no es necesaria, sino que resulta ridícula. Y por otro lado, si el personaje es alguien con tan malas mañas, ¿por qué no pusieron a un hombre? ¿Por qué no protestan las mujeres wokes por presentar a esa mujer bajo tan mala luz?
Yo viví esos días en primera persona, fui voluntario para la UNAM en labores de rescate, preparación de alimentos, envío de víveres en zonas de desastre como el Eje Central durante al menos tres semanas en las madrugadas en lo que parecía una zona de guerra, en pleno centro de la ciudad de México. Son del todo innecesarias todas esas tramas idiotas de la periodista oportunista, de la familia en crisis, del doctor y tanta pendejada. Todo eso demuestra varias cosas: quien escribió el guion no vivió esos días, porque si lo hubiera vivido sabría que ninguna de esas pendejadas son necesarias para armar una buena historia. Por lo tanto, es un millenial, que cree que puede agregar lo que se le venga a la mente, aunque sea una pendejada, como quien le echa aderezo de marca a una ensalada para mejorar su sabor, sin darse cuenta que al hacerlo, echa a perder el platillo. Eso es exactamente lo que hace la mala escritura del guion de esta serie.
Frente a la dimensión de la tragedia, todas esas subtramas pendejas son innecesarias. Recuerdo el silencio espantoso en las zonas afectadas, cuando mi padre y yo llegábamos al Centro histórico a repartir víveres para los damnificados en calles que parecían zona de guerra, como si estuviésemos en Bosnia durante los bombardeos. El polvo gris sobre el asfalto, el olor a muerte, pero sobre todo, el silencio, el terrorífico silencio de una ciudad que parecía haber muerto con sus habitantes.
Las calles absoluta y desoladoramente vacías, la espera en plena madrugada en una esquina, a donde debíamos llegar, y la repentina aparición, como de pesadilla, de gente llena de polvo, con la piel enjuta, que se abalanzaban sobre la camioneta de mi padre para pedir desesperadamente comida, ropa, toallas, zapatos, vituallas, medicamentos, lo que fuera, como si se tratara de una invasión de zombies o de seres del inframundo. Así diariamente, cada madrugada sin descanso, durante semanas. ¿En serio alguien piensa que tales historias y dramas de telenovela son necesarias?
Ver a esos personajes con sus miserias y sus mezquindades en medio de un evento de esa magnitud es un insulto a quienes sí vivimos esos terribles días. Se han escrito poemas de gran impacto y se hicieron varias antologías sobre el tema hace tiempo. Están, además, las tomas de los noticieros de la época que relatan los hechos.
Y sí, hubo gente hija de puta que buscó aprovecharse del momento, como un judío (perdón pero fue real, y está documentado), que pidió que rescatistas interrumpieran sus labores para supuestamente "rescatar" a un grupo de trabajadoras en su fábrica de telas en una de las zonas más afectadas por el sismo, la Colonia Obrera, donde había centenares de talleres de ese tipo, y donde la mayoría de las víctimas fueron mujeres humildes que recibían salarios de miseria; y aquel tipo lo que quería era rescatar no a sus trabajadoras, sino sacar la caja fuerte con el dinero que tenía amasado allí. Eso no lo retrata la serie, o lo hace de manera bastante ridícula con la historia de la periodista. Otras histortias de miseria humana se repitieron, pero la verdadera historia no fue esa, sino la solidaridad generalizada, como nunca se había visto en la ciudad de México.
Para quien no haya vivido esos eventos en México, o se enteró tardíamente, o es extranjero, pues puede resultar atractiva la serie. Pero si quieren hacerse un favor, primero vean los innumerables metrajes televisivos que hay en YouTube, busquen las fotos de aquellos días, hablen con quienes vivieron/vivimos de verdad aquellos días, y después vean esto, y si siguen pensando que es una gran serie, pues allá ustedes.
Para mí, es un insulto a la memoria de quienes fallecieron y de quienes lo vivimos en carne propia, y nos integramos a las labores de rescate y auxilio. No le pongo una calificación sino de cuatro, de diez puntos, cuando mucho.