Dominique Fishback, Chloe Bailey, Nirine S. Brown, Karen Rodriguez, Heather Simms, Paris Jackson, Billie Eilish, Kiersey Clemons, Damson Idris, Leon, Byron Bowers, London Rose, Rory Culkin, Cree Summer, Stephen Glover, Kate Lyn Sheil, X Mayo, Teresa L. Graves.
SINOPSIS
Dre (Fishback) es una joven cuya obsesión por la mayor estrella del pop femenina del momento la lleva a emprender un inesperado viaje por Estados Unidos mientras todo va dando un giro de lo más oscuro.
Excelente. La tendencia actual a la inclusión / representación de mayor diversidad de personas / personajes, conduce a esto: al descubrimiento de protagonistas de gran talento e intensidad, como Dominique Fishback, que antes hubiera sido catalogada como 'de reparto' por no ser el estereotipo estético / racial al que estamos acostumbrados.
Una historia espeluznante y conmovedora a la vez, que nos remite a todos a la realidad de los fandoms, que de nuevo sólo tienen el nombre, porque el fanatismo siempre ha sido así, y que ahora simplemente se hacen más visibles debido a las redes. Impresionantes actuaciones, guión impecable, fotografía y música hipnóticas, y un desarrollo original: los dos últimos capítulos, que puntúan el origen real y el final abierto de la historia, son un broche narrativo anticlimático, agridulce y perfecto.
Gracias, gente, me encantó.
Pongo aparte esto, porque es una anécdota personal, para que puedan saltéarsela más rápido los que no estén interesados.
En 1992, Guns and Roses tocó por primera vez en Argentina. Yo tenía 23, o sea que ya no tenía que pedir permiso y me pagaba sola mis gastos... y no me alcanzó la plata para ir hasta Buenos Aires (soy de Córdoba). No era fan, fan, pero me habría gustado ir.
A una chica de Buenos Aires, no me acuerdo de su edad pero sí de que estaba en la secundaria, no la dejaron ir los padres. Y ella se suicidó. Se pegó un tiro, creo. Recuerdo los titulares, que chorreaban amarillismo, y los comentarios despectivos: '¡Qué pelotuda! ¿Cómo te vas a matar por eso?'
Recuerdo también haber pensado que probablemente no se había matado por eso. Que tal vez esta chica estaba al final de una cuerda muy larga atada a su cuello, y quizás se sostenía para no caer agarrándose de la idea de su grupo de música favorito, que tal vez ser fan de los Guns le daba un contexto, una pertenencia y una esperanza de la que quizás carecía en su vida cotidiana. Y que tal vez, quizás, probablemente, cuando le prohibieron esa realización de un sueño atesorado largarmente, perdió el asidero, y se dio por vencida, y saltó. Y que, probablemente, lo que la mató no fue la bala sino la soga que llevaba anudada al cuello durante tanto tiempo.
Ya sé, muchos condicionales. Pero esa es la historia que imaginé en ese momento, porque yo he estado al límite de sogas (más cortas, más frágiles) varias veces, y he tenido la suerte y a lo mejor la inteligencia de buscar asideros más firmes que un fanatismo ciego.
Esa historia que imaginé, es casi esta historia de Dre, que es cómica, trágica y espeluznante a la vez. Dre, a diferencia de aquélla chica sin nombre, decidió que la soga, la bala, no era para ella. Y eso es igual de horrible.
Gracias por la paciencia con mis desvaríos, y un abrazo.
Excelente. La tendencia actual a la inclusión / representación de mayor diversidad de personas / personajes, conduce a esto: al descubrimiento de protagonistas de gran talento e intensidad, como Dominique Fishback, que antes hubiera sido catalogada como 'de reparto' por no ser el estereotipo estético / racial al que estamos acostumbrados.
Una historia espeluznante y conmovedora a la vez, que nos remite a todos a la realidad de los fandoms, que de nuevo sólo tienen el nombre, porque el fanatismo siempre ha sido así, y que ahora simplemente se hacen más visibles debido a las redes. Impresionantes actuaciones, guión impecable, fotografía y música hipnóticas, y un desarrollo original: los dos últimos capítulos, que puntúan el origen real y el final abierto de la historia, son un broche narrativo anticlimático, agridulce y perfecto.
Gracias, gente, me encantó.
Pongo aparte esto, porque es una anécdota personal, para que puedan saltéarsela más rápido los que no estén interesados.
En 1992, Guns and Roses tocó por primera vez en Argentina. Yo tenía 23, o sea que ya no tenía que pedir permiso y me pagaba sola mis gastos... y no me alcanzó la plata para ir hasta Buenos Aires (soy de Córdoba). No era fan, fan, pero me habría gustado ir.
A una chica de Buenos Aires, no me acuerdo de su edad pero sí de que estaba en la secundaria, no la dejaron ir los padres. Y ella se suicidó. Se pegó un tiro, creo. Recuerdo los titulares, que chorreaban amarillismo, y los comentarios despectivos: '¡Qué pelotuda! ¿Cómo te vas a matar por eso?'
Recuerdo también haber pensado que probablemente no se había matado por eso. Que tal vez esta chica estaba al final de una cuerda muy larga atada a su cuello, y quizás se sostenía para no caer agarrándose de la idea de su grupo de música favorito, que tal vez ser fan de los Guns le daba un contexto, una pertenencia y una esperanza de la que quizás carecía en su vida cotidiana. Y que tal vez, quizás, probablemente, cuando le prohibieron esa realización de un sueño atesorado largarmente, perdió el asidero, y se dio por vencida, y saltó. Y que, probablemente, lo que la mató no fue la bala sino la soga que llevaba anudada al cuello durante tanto tiempo.
Ya sé, muchos condicionales. Pero esa es la historia que imaginé en ese momento, porque yo he estado al límite de sogas (más cortas, más frágiles) varias veces, y he tenido la suerte y a lo mejor la inteligencia de buscar asideros más firmes que un fanatismo ciego.
Esa historia que imaginé, es casi esta historia de Dre, que es cómica, trágica y espeluznante a la vez. Dre, a diferencia de aquélla chica sin nombre, decidió que la soga, la bala, no era para ella. Y eso es igual de horrible.
Gracias por la paciencia con mis desvaríos, y un abrazo.
Gracias!!!!!